Continúan las denuncias contra la policía por su accionar arbitrario e inconstitucional contra los estudiantes y otros sectores populares que ejercieron el derecho a la protesta social el día de hoy en la capital Santandereana. De acuerdo con la información hasta el momento consolidada se identifican las siguientes violaciones graves a los derechos humanos por cuenta de la fuerza disponible y el Esmad
Infiltración y saboteo
Durante la movilización fueron identificadas personas ajenas al movimiento estudiantil, quienes ingresaron a ésta para generar intencionalmente daños a algunos establecimientos de comercio entre los que se encuentran la Empresa Audi; situaciones que los uniformados usaron como pretexto para intervenir violentamente, agrediendo, aprehendiendo arbitrariamente a quienes protestaban o transitaban por el lugar y dispersando a los marchantes para evitar que los dos grupos de personas que salieron a las calles, se encontraran.
Tortura y uso irregular de armas de letalidad reducida
A las 5:30 de la tarde, en la calle 27 con carrera 52, los policiales procedieron a lanzar gases lacrimógenos, en algunas ocasiones contra los manifestantes, y agredir entre varios y en una clara relación de superioridad, con patas, puños y bolillos, a los manifestantes y transeúntes.
Una estudiante –quien pidió mantener su nombre en reserva- señaló que mientras marchantes y otras personas que transitaban por el sitio, empezaron a correr como consecuencia de la acción policial, los uniformados los atacaron con balas de goma y pipetas de gas. Señala: “yo me caí y al momento de levantarme siento impactos con balas de goma en mi espalda y costilla… hay varios estudiantes heridos con impactos de goma” y agrega “el Esmad llegó a impedir el avance de la movilización con un grupo de acorazados, armados con granadas aturdidoras, armas hechizas para lanzar gas lacrimógeno, escopetas con balines metálicos y de goma”
En varios países europeos y latinoamericanos se prohibió el uso de armas de goma por el alto número de lesionados severamente y los muertos causados como consecuencia de su uso. Sin embargo, en Colombia, ésta continúan siendo parte del armamento típico de la fuerza pública, que además la usa de manera irregular y en contradicción de los principios de necesidad y proporcionalidad.
Las armas de letalidad “reducida” en general, según la normativa interna, sólo pueden ser activadas como último recurso, cuando otras formas de contención no sean suficientes para el “control de orden público”. La agresión policial contra la marcha de estudiantes en Bucaramanga, el día de hoy, dio cuenta de todo lo contrario. La intervención del Esmad inició con el uso de este tipo de armamento.
De otro lado se evidencia un incumplimiento en el protocolo de manejo de las armas “no letales” por parte de la fuerza pública, dado el uso indiscriminado de gases lacrimógenos y su activación contra el cuerpo de los manifestantes; prácticas estas que se encuentran prohibidas.
Detenciones arbitrarias e incomunicación de detenidos
En la Calle 27 con carrera 52, aproximadamente a las 5:40 pm, fueron agredidos y luego privados de la libertad Julián Cañas, Alex Rueda, Andrés Martínez Díaz y Andrea Araque. Ésta última fue libertad aproximadamente 40 minutos después de su aprehensión.
Andrés Martínez Díaz indicó en entrevista captada minutos después en cámaras de defensores del Equipo Jurídico Pueblos, que no entiende la razón por la que fue agredido y detenido “no estoy tirando piedra, para nada, estaba en la marcha pacíficamente, me pasé al otro lado de la calle, me tumbaron y me agredieron… me tienen esposado… me golpearon la cara, me golpearon con bolillo, me golpearon me dieron puños en la cabeza y en la cara…”; se desconoce su actual lugar de detención, su situación jurídica y las condiciones en que se encuentra.
A las 6:50 pm, fue detenido Jonathan Esneider Ordoñez Mendoza, en el parque de las cigarras cerca de la policlínica. Al momento de la aprehensión un miembro del Esmad lo sujetó fuertemente mientras otro lo golpeaba en el rostro, luego lo arrastraron, lo subieron a una camioneta junto con tres jóvenes más (dos hombre y una mujer), quienes también habían sido golpeados y los llevaron la Estación del Centro.
En las instalaciones del CAI, Esneider y la joven que trasladaron con él fueron esposados, mientras a los otros dos estudiantes los llevaron a unas celdas ubicadas en la parte trasera del lugar. Después ingresaron varios efectivos del Esmad en fila para observarlo y le dijeron “usted de qué se queja, lo que tiene en el ojo y la cara no es nada, no debe dolerle” y procedieron a hacerle un comparendo según art. 27 numeral 1 del Código de policía (tipo de multa 2); también le hicieron firmar un acta de buen trato pese a la manifestación que el joven les hiciera de estar golpeado. Hacia las 9:00 pm lo dejaron libre.
De las otras tres personas detenidas, de quienes no se ha logrado conocer su identidad, sólo se sabe por el testimonio de Jonathan Esneider, pues la Policía se niega a informar sobre ellxs y los mantiene incomunicados.
Julián Cañas, detenido en la Carrera 27 con Calle 52, fue trasladado a la Estación Centro de la Policía, donde no permitieron que fuera entrevistado por un abogado/a y también se negó información sobre su situación a las y los defensores que fueron a indagar al respecto. Más tarde lo llevaron a la Unidad de Reacción Inmediata – URI, donde luego de requerirlo en varias oportunidades, le permitieron hablar un defensor a las 9:00 aproximadamente. En la URI también se encuentra la estudiante Paula Andrea Jaimes, a quien se le imputarán el cargo de obstrucción de vías públicas. Por su parte a Julián le será atribuida la conducta violencia contra servidor público y daño en bien público. Ambas personas fueron víctimas de agresión física por parte de varios policiales y presentan lesiones en rostro y varias partes del cuerpo.
Las defensoras y defensores de derechos humanos del Equipo Jurídico Pueblos han realizado un recorrido por las Estaciones de Policía de la ciudad, en las que han recibido información falaz, incompleta o negación de información, sobre la situación jurídica y el estado de salud física y sicológica de los detenidos. Por tal motivo no se ha logrado consolidar, hasta el momento, toda la información que se requiere para una adecuada intervención y protección de sus derechos.
Activistas estudiantiles han advertido la posible desaparición de YERSON BARRAGAN, representante estudiantil de la escuela de Física de la Universidad Industrial de Santander. Pese a que fue capturado por la Policía, se desconoce su paradero. Los uniformados han negado información sobre él y pese a que ha sido buscado por sus compañeros en CAI del centenario, Unidad de reacción Inmediata, etc, sin que haya sido hallado.
Agresiones y obstáculos a la labor de defensa de los derechos humanos
A la negativa de las autoridades policiales de dar información, o no hacerlo de manera completa y veraz; se suman las agresiones físicas y amenazas contra las y los defensores de derechos humanos.
Varios integrantes del Equipo Jurídico Pueblos agredidos física y verbalmente y se les amenazó con ser detenidos si continuaban su labor: Abimeleth Jaimes, Alejandra López, Diana Jaimes y a Joan Sebastián Moreno.
Equipo Jurídico Pueblos