¡ORGANIZACIÓN Y MOVILIZAZCIÓN!
En un contexto de creciente precarización de las condiciones de vida de la grandes mayorías, así como de aumento del descontento popular; la criminalización de la pobreza y la movilización social, se han constituido en una política de Estado que se suma a otros modelos de represión dirigidos al exterminio del movimiento popular.
La judicialización de la organización campesina, estudiantil, sindical y popular en general, busca deslegitimar y diezmar los procesos de defensa del territorio y la vida digna en Colombia. A su vez, la criminalización de la pobreza promueve un tratamiento represivo contra amplios sectores sociales que no han logrado acomodarse en las cadenas productivas y el mercado. Varios cientos de ciudadanos/as han sido afectados con la privación de su libertad en el marco de procesos en los que las garantías judiciales resultan vulneradas, en la medida que se les somete a procedimientos lentos, extensos, donde no se respeta el principio de presunción de inocencia.
Las detenciones masivas son presentadas ante la opinión pública como “Positivos” en la lucha contra la subversión o la inseguridad; en la mayoría de los casos las y los detenidos son mostrados abiertamente como culpables, sometiendo a los judicializados a “condenas” anticipadas en juicios paralelos propiciados por los medios de comunicación.
Las y los detenidos, son sometidos a condiciones indignas de reclusión y a un tratamiento que se fundamenta en restricciones extremas y presiones. Esta situación se traslada a sus familias, quienes tienen que realizar grandes esfuerzos para mantener un contacto físico y apoyo moral a sus seres queridos, siendo sometidos con frecuencia a maltratos y otros actos de arbitrariedad por parte de las autoridades carcelarias.
Esta realidad amerita la reflexión y la movilización!